¿ALGUNOS PECADOS EN LOS MOVIMIENTOS
HERÉTICOS?
Es curioso que dentro de las falsas
doctrinas que se agitan en Latinoamérica su énfasis gire alrededor de una
conversión débil, poca o ninguna seriedad en la interpretación bíblica, unida a
pensamientos románticos y fantasiosos del Dios de la Biblia.
Dios conoce el corazón de las personas que
asisten a iglesias donde estas corrientes de pensamiento herético se han
posesionado, no nos toca por supuesto, juzgar el corazón de nadie, y mucho
menos a las personas que asisten a estos lugares. Pero sí es nuestro deber
examinar sus enseñanzas a la luz de las Sagradas Escrituras.
Por ejemplo, el Movimiento de G12 proclama
el mensaje de “hacer discípulos en todas las naciones”, según Mat. 28.18b,
19-20. Quisiera citar este pasaje:
“18 Pero él se acercó y les dijo: «Dios me
ha dado todo el poder para gobernar en todo el universo. 19 Ustedes vayan y
hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 20 Enséñenles a obedecer todo
lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del
mundo.» TLA
Me gusta mucho esta traducción, pues coloca
el énfasis en “más discípulos míos”, lo cual calza perfectamente con el idioma
del NT. Son discípulos de él, de Jesús, no del líder, ni del apóstol. Justo el
texto está exaltando la soberanía de Jesucristo que debe afectar el proceso del
discipulado en cada creyente.
Cuando el movimiento G12 actúa adueñándose
de la grey de Dios, valiéndose de varios mecanismos manipuladores como: pre-encuentros,
encuentros, pos-encuentros, que en el fondo servirán de sostén para seguir
enseñoreándose de sus oyentes, prevenimos que va en contra del aviso del
apóstol Pedro, cito 1ª Ped. 5.1-4:
“Quiero darles un consejo a los líderes de
la iglesia. Yo también soy líder como ellos, y soy testigo de cómo sufrió
Cristo. Además, cuando Cristo regrese y muestre lo maravilloso que es él,
disfrutaré de parte de su gloria. Mi consejo es el siguiente: 2 Cuiden ustedes
de las personas que Dios dejó a su cargo, pues ellas pertenecen a Dios.
Cuídenlas, como cuida el pastor a sus ovejas. Háganlo por el gusto de servir,
que es lo que a Dios le agrada, y no por obligación ni para ganar dinero. 3 No
traten a los que Dios les encargó como si ustedes fueran sus amos; más bien,
procuren ser un ejemplo para ellos. 4 Así, cuando regrese Cristo, que es el
Pastor principal, ustedes recibirán un maravilloso premio que durará para
siempre” TLA
Defender la fe y la doctrina de Jesucristo
parece ser un largo y precioso camino en el que Dios toma lugar, su Espíritu
Santo auxilia y su palabra se convierte en un escudo de poder.
Otro pecado de estos movimientos es que
existe una ausencia enorme hacia el aborrecimiento del pecado. Aun cuando,
muchas de estas corrientes, no toman en serio la necesidad de una santidad
basada en relación íntima con Dios. No predican un deseo por consagración, y un
anhelo profundo de buscar el rostro del Señor, diariamente.
Las Escrituras son enfáticas en la santidad
de la persona de Dios, por ejemplo, 1ª Ped. 1.15, 16,17: “15-16 Así que no
hagan lo malo, sino manténganse apartados del mal, porque Dios los eligió para
ser su pueblo. En la Biblia, Dios nos dice: «Yo soy un Dios diferente a los
demás, por eso ustedes deben ser diferentes a las demás naciones.» 17 Dios es
un juez que no tiene favoritos, y será él quien decida si merecemos ser
castigados o premiados, según lo que cada uno de nosotros haya hecho. Así que,
si ustedes dicen que Dios es su Padre, deben honrarlo en este mundo todos los
días de su vida” TLA
Pero
esta falsa doctrina no le importa en lo más mínimo nada de esto. Por el
contrario, El Santo Espíritu de Dios nos impulsa a una consagración fresca y
constante delante de él, y para ser ejemplo a nuestro prójimo. El apóstol Juan
en 1ª Jn. 2.6 menciona:
“6 El que dice que es amigo de Dios debe
vivir como vivió Jesús” TLA
Igualmente, otro pecado en estas corrientes
heréticas es la ausencia total de un fundamento importante en toda doctrina
sana, el cual es:
“Dios concede lo que otorga a su pueblo por
los solos méritos de Cristo como mediador y señor de la Iglesia, ni siquiera
por lo que somos, aun nacidos de nuevo, sino por la obra perfecta de Jesucristo
en el calvario, y las resultados y alcances del acto redentivo en la cruz”
Así el apóstol Pablo escribe:
“25-26 Dios envió a Jesucristo para morir
por nosotros. Si confiamos en que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará.
Con esto Dios demuestra que es justo y que, gracias a su paciencia, ahora nos
perdona todo lo malo que antes hicimos. Él es justo, y sólo acepta a los que
confían en Jesús.27-28 Ante Dios, no tenemos nada de qué estar orgullosos. Pues
Dios nos acepta porque confiamos en Jesucristo, y no por obedecer la ley de
Moisés”. Rom. 3.25-26; 27-28. TLA
Nadie es digno de nada, sino es por gracia
perfecta en Cristo, y con dolor observo la completa ausencia de estos
principios bíblicos, en esos movimientos heréticos.
Obviamente, en estos grupos, mal llamados
cristianos, ni Cristo es el centro, ni la palabra de Dios es la vara de medir
de la fe y práctica cristiana, y quienes predican fervientemente estas
doctrinas falsas no buscan que sus oyentes conozcan más a Dios, y se consagren
a él.
Dr. Víctor Pérez D.
Instituto de Idiomas Bíblicos
profesorvpdelgado2013@gmail.com
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